"Las Endiabladas" se desarrolla en los años 40 en
un valle al sur de Chile, prácticamente aislado de las consecuencias de la gran
guerra que se libra en el mundo gracias a su lejanía. Es un lugar bucólico,
donde las tradiciones campesinas se mezclan con la vida de sus habitantes. Una
antigua leyenda cuenta que hay un grandioso tesoro enterrado en uno de los
cerros, custodiado por un demonio a caballo, y aunque muchos han buscado, nadie
jamás lo ha logrado encontrar. Un día, una enigmática mujer se presenta junto a
la policía ante los habitantes de un predio de la zona, exigiendo el desalojo
inmediato ya que es ella la legítima dueña. La familia que vive allí tiene
todos los documentos de su terreno en regla, pero la desconocida conserva un
testamento de un antepasado suyo, un sacerdote español que hace siglos fue
quien poseía esa parte de la hondonada, y por ello reclama esas tierras como
herencia. Rosa, la más joven de la familia de campesinos, hará lo que sea
necesario para defender el amado monte de su abuela de la ambición de Emiliana,
la acaudalada señora que demanda el sitio, quien sospecha que es en estas
tierras donde se encuentra el tesoro de la leyenda, y por lo tanto no
descansará hasta tenerlas. Cada una de estas formidables mujeres contará con aliados
y enemigos en su cometido, algunos poderosos como La Iglesia, otros oscuros,
como Los Brujos, tan conjurados en la mitología campesina. Pero tal vez, el
final de la historia sea escrito por la pluma del fantasma de la leyenda, que
el sacerdote español ya había contemplado 500 años antes, cuya visión dejó
plasmada en su diario: "Un Demonio que cabalga en el viento, cuyo corcel
negro como la noche saca chispas del suelo al galopar, y bufa fuego. Aquel
incubo cuyos ojos brillan como dos brasas del infierno, y su olor a azufre
revela su procedencia profana. Los indios lo llaman: El Jinete
Endiablado...".